El aparato que debía controlar la velocidad ya cumple dos años instalados, sin que los vándalos le hayan dado más de dos días de tregua desde su reparación
[Redacción-Pinos Puente] / Foto: Luis Ruiz
Cumple dos años entre los conductores de la Carretera Nacional 432, a la altura del kilómetro 420 y, sin embargo, su trabajo es meramente decorativo. El radar que el Ministerio de Fomento instaló para controlar la velocidad de la famosa 'recta del baño' no funciona desde el segundo día en que fue instalado o reparado. Los vándalos apenas dieron tregua para cazar a conductores que circulaban a una velocidad anormal.
Pese a que este tramo de carretera es uno de los puntos negros que tiene la provincia desde hace años, las cifras de víctimas en accidentes en esa zona se han reducido considerablemente, pues los hay que aún desconocen el funcionamiento o no del aparato electrónico. Otros, los más 'pillos' saben perfectamente que el radar no funciona, que sus cristales están hechos añicos y, además, tapados por celo, lo que impide, como es lógico, tomar imágenes de aquellos conductores infractores.
Y aunque desde su instalación el controlador de velocidad ha tenido que ser reparado en varias ocasiones, Fomento no se ha planteado, hasta el momento, la idea de colocar el radar en alto, para evitar los sabotajes a los que se ve sometido, dada la altura a la que se encuentra y, además, en una zona de fácil acceso para los saboteadores.
Ocurre lo mismo en otros aparatos similares repartidos en la provincia, como el que se ubica en la Carretera hacia Churriana, no así, por ejemplo, el situado en la Autovía Bailén-Motril, a la altura de la Chana, donde el radar está situado sobre unos paneles en alto y su efectividad es máxima.
Aunque los accidentes sí se han reducido, de momento, el primer objetivo se ha cumplido por parte de Fomento. Habrá que esperar a las próximas semanas si se vuelve a producir una nueva reparación o, por el contrario, dan el radar por perdido.
Cumple dos años entre los conductores de la Carretera Nacional 432, a la altura del kilómetro 420 y, sin embargo, su trabajo es meramente decorativo. El radar que el Ministerio de Fomento instaló para controlar la velocidad de la famosa 'recta del baño' no funciona desde el segundo día en que fue instalado o reparado. Los vándalos apenas dieron tregua para cazar a conductores que circulaban a una velocidad anormal.
Pese a que este tramo de carretera es uno de los puntos negros que tiene la provincia desde hace años, las cifras de víctimas en accidentes en esa zona se han reducido considerablemente, pues los hay que aún desconocen el funcionamiento o no del aparato electrónico. Otros, los más 'pillos' saben perfectamente que el radar no funciona, que sus cristales están hechos añicos y, además, tapados por celo, lo que impide, como es lógico, tomar imágenes de aquellos conductores infractores.
Y aunque desde su instalación el controlador de velocidad ha tenido que ser reparado en varias ocasiones, Fomento no se ha planteado, hasta el momento, la idea de colocar el radar en alto, para evitar los sabotajes a los que se ve sometido, dada la altura a la que se encuentra y, además, en una zona de fácil acceso para los saboteadores.
Ocurre lo mismo en otros aparatos similares repartidos en la provincia, como el que se ubica en la Carretera hacia Churriana, no así, por ejemplo, el situado en la Autovía Bailén-Motril, a la altura de la Chana, donde el radar está situado sobre unos paneles en alto y su efectividad es máxima.
Aunque los accidentes sí se han reducido, de momento, el primer objetivo se ha cumplido por parte de Fomento. Habrá que esperar a las próximas semanas si se vuelve a producir una nueva reparación o, por el contrario, dan el radar por perdido.
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